Los dudosos sellos de la sostenibilidad
En la última década han surgido diversas propuestas que buscan responder a la trazabilidad y la transparencia en la industria textil y de la
Existen fondos éticos, los cuales se basan en las puntuaciones e índices de sostenibilidad guiados por los criterios ASG (ambiental, social y buen gobierno) establecidos por la ONU.
Sin embargo, estas puntuaciones no siempre resultan en procesos que reflejan con claridad a las industrias y empresas que realmente están impactando de manera sostenible. El problema de esto se basa en el acceso que tienen empresas equivocas a estos fondos éticos.
Un gran ejemplo de esto es la aplicación y favoritismo de estos fondos éticos para empresas como Inditex. Esto sucede debido a los parámetros laxos que permiten que se etiquete como sostenibles a compañías cuya actividad es contaminante.
En ocasiones las métricas evaluadas, así como las inversiones puntuales que realizan estas empresas en temas verdes disfrazan los verdaderos impactos generales de sus acciones y pudiendo acceder a este tipo de fondos.
La etiqueta ecológica (también llamada ecoetiqueta) es un distintivo para identificar los productos o servicios que cumplen con una construcción sostenible.
Sin embargo, los laxos criterios anteriormente mencionados han generado la posibilidad de crear y utilizar etiquetas dudosas que segmentan los impactos de la prenda visibilizando solo una pequeña parte de ellos confundiendo al consumidor aparentando y construyendo una percepción responsable de la empresa.
Una encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) a 1.071 personas sobre su conocimiento y la confianza que les suscitan las etiquetas medioambientales, revela el creciente interés de los consumidoresen este ámbito, pero también una preocupante falta de información y una cierta desconfianza.
Según la OCU actualmente pueden encontrarse más de 450 ecoetiquetas diferentes con todo tipo de mensajes, algunos vacíos de contenido.
Algo parecido sucede con otros mensajes como‘Protege los océanos’ o ‘Biodegradable’, que no cuentan con una regulación o definición que establezca las condiciones para cumplir estas afirmaciones y por lo tanto no se pueden verificar.
Entre los muchos sellos y certificaciones que aparecen en las etiquetas de los productos de gran consumo la OCU ha seleccionado seis que, por su rigor y solvencia, merecen ser tenidas en cuenta por los consumidores a la hora de comprar.
Los enlistamos abajo:
En Creamodite continuamos trabajando para sumarnos a propuestas innovadoras que nos permitan seguir caminando hacia una industria más sostenible.
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En la última década han surgido diversas propuestas que buscan responder a la trazabilidad y la transparencia en la industria textil y de la
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